“La vida es un viaje.
Un viaje hacia el interior de uno mismo
que la mayoría de las personas no se atreven a hacer hasta el fondo”.
Iosu Cabodevilla
En los últimos años resuena, como paradigma emergente, en el mundo de la educación la palabra INTERIORIDAD. Dicho paradigma puede desplegarse desde múltiples enfoques. En estas breves líneas desarrollamos el sentido que tiene el trabajo de la interioridad dentro del Proyecto Educativo de la Escuela Santo Ángel. La interioridad es una dimensión antropológica. En ella tomamos conciencia de nuestros recursos interiores y potencialidades interiores y nos encontramos con lo que somos en profundidad. Es la percepción interior de quien soy y lo que vivo, el “espacio” de la subjetividad, la escucha, el sentimiento, la receptividad y la conciencia; por tanto, está en relación con todos los ámbitos de la persona: cuerpo, pensamientos, sentimientos, emociones, sensaciones… En nuestro Centro, apostamos por un proceso de educación en la interioridad, que incluye todas las dimensiones de la persona y que orienta hacia el sentido de la vida; por tanto, hacia la felicidad.
Educar la interioridad es:
- Ayudar a vivir de una manera más auténtica la relación con uno mismo, con los demás, con Dios y con la realidad.
- Enseñar a mirar hacia dentro, donde todos tenemos un mundo interior por descubrir.
- Acompañar en el desarrollo de las facultades que capacitan al ser humano para acceder a una experiencia mucho más amplia de lo que la razón le permite.
- Educar para la vida, aceptando y queriendo lo que nos toca vivir y aprendiendo de ello.